Cuando adquieres un servicio, especialmente vía internet, se te otorga una guía de términos y condiciones de uso. Esto es, básicamente, un texto que señala los compromisos que asume una empresa al ser contratada por un cliente. El hosting no es excepción a esta regla, pero al igual que otros productos web, los usuarios no leen estas normativas.
El problema con los textos de términos y condiciones no radica únicamente en lo extenso y tedioso, sino también en la terminología empleada. Esto causa la falta de entendimiento por parte del usuario, la falta de lectura y sus consecuencias.
Términos y condiciones: ¿Por qué leerlos?
Los términos y condiciones constituyen toda la serie de pautas a seguir tras adquirir un producto o servicio vía online. Dichas pautas señalan limitaciones y características que, como usuario, debes respetar. Muchos consumidores no los leen, por lo que corren el peligro de caer en situaciones señaladas en tal normativa. Esto se traduce en un problema difícil de solucionar. Esto se debe a que antes de hacer uso del producto o servicio, ya el usuario ha dado su consentimiento a tales pautas.
Antes de seleccionar una compañía de hosting, lo ideal es analizar los términos y condiciones, información que debe estar publicada en el website del servidor. Dicho contenido debe individualizar la empresa, su representante legal, la dirección de sus oficinas y los contactos para consultas y soporte técnico. En otras palabras, deben especificarse los datos o canales para reclamar inconvenientes o exigir el cumplimiento del servicio contratado. Si todo esto está señalado, el cliente puede permitirse aceptar.
Términos y condiciones: ¿Qué se señala en estos “contratos”?
Obligaciones de la empresa proveedora
Se trata de los servicios y beneficios con los que la compañía debe cumplir al cliente. Entre tales beneficios se encuentran la confidencialidad o resguardo de la información y los datos que el usuario proporciona en su registro. Para que esto se lleve a cabo, debe existir una aprobación previa por parte del cliente.
Por otra parte, en los términos y condiciones también se manejan otros tópicos, señalados de forma prioritaria en esta normativa. Tales temas se enfocan en las circunstancias en las cuales la empresa no se hace responsable y sus obligaciones para con la clientela.
En el caso del hosting, también explican qué procede en caso de que la disponibilidad de servidores es inferior a la prometida en el contrato inicial. Aunado a ello, se aclara lo que sucede si un usuario rebasa la capacidad de transmisión de datos estipulada en el plan contratado. Asimismo, en los términos y condiciones se establecen situaciones en las que podrá interrumpirse el acceso del cliente, además del tiempo que durará esta medida.
Obligaciones del cliente que consume el producto
Como consumidor, debes prestar atención a este punto, ya que tienes que corroborar que estés de acuerdo con todo lo señalado en los múltiples requerimientos. Muchas veces ha ocurrido que los usuarios se desencantan del producto por algunas estipulaciones. Esto puede suceder por su falta de conocimiento en el tema del hosting o por lo exageradas que pueden resultar. En este sentido, al leer términos y condiciones, se recomienda priorizar los siguientes aspectos:
- Situaciones o circunstancias en las que el usuario quede libre de responsabilidades, de la misma forma que ocurre con las empresas.
- Determinar el grado de responsabilidad del cliente en materia de resguardo y protección de su información.
- Tipos de servicio que deberá administrar. También es importante conocer aquellos para los que necesitará de conocimiento técnico.
- Conocer las responsabilidades que se asumen como cliente sobre los recursos otorgados. De igual manera, esta cláusula señala el costo a pagar en caso de infracciones, independientemente de si surgieron por motivos propios o de terceros.
Pagos y reembolsos de dinero
Un punto relevante que no se puede pasar por alto. Para una empresa que desea contratar hosting, es importante conocer a través de los términos y condiciones el nivel de rentabilidad en materia de devoluciones. Para ello, se deben tomar en consideración diversas circunstancias o escenarios:
- Formas y plazos de pagos que maneje la compañía de hosting.
- Plazo máximo o tope para que el cliente pida la anulación del servicio por concepto de retracto. Esto incluye el debido reembolso del dinero que se invirtió.
- Tiempo de garantía que otorga la empresa de hosting tras la solicitud de devolución.
- Condiciones en las cuales se puede proceder con la devolución del monto total del pago.
- Corroborar el plazo estipulado para que la empresa realice la devolución del dinero a petición del cliente. Este escenario se suscita en caso de que el cliente no haya podido usar el servicio por causa de la empresa proveedora.
- Conocer los servicios incluidos dentro de la garantía de devolución, así como también aquellos que no califican en esta circunstancia.
- Conocer las herramientas para demostrar las fallas en el servicio que brinda la empresa, en caso de pasar por esta situación. Esto permitirá al cliente solicitar y obtener el reembolso que corresponde.
Otros detalles a contemplar
Cuando se habla términos y condiciones de uso, la lista de detalles a conocer es larga. Si bien los aspectos anteriormente explicados son los más relevantes, existen otros que no se pueden ignorar. Tales puntos son los detalles del servicio, limitaciones, renovación y término de cada contrato. También se explica la acción del proveedor de hosting ante circunstancias de fuerza mayor, así como también las causas que califican como tal.
Por otro lado, es crucial tener en cuenta que cada compañía de hosting tiene libre albedrío para establecer sus propias cláusulas contractuales. De hecho, algunas dividen el contrato en términos y condiciones con base en el plan otorgado.
Por tales motivos, se recomienda tomarse el tiempo para leer meticulosamente los términos y condiciones de uso antes de seleccionar la opción “Acepto”. De esta manera, será posible prevenir decisiones erradas que perjudiquen a una empresa, lo que a su vez puede repercutir en su clientela.